En primavera con tanto cambio climático suele surgir la astenia primaveral, es decir, nos encontramos mas cansados de lo habitual durante un corto periodo de tiempo que generalmente no necesita tratamiento. Pues bien, hoy trataré de explicar y diferenciar los diferentes tipos de cansancio, así como aconsejar que tipo de alimentos y medicamentos son beneficiosos para esta patología.
Hay que saber diferenciar la astenia, que es una sensación de cansancio previo a una actividad física, de otros conceptos como la fatiga, que es la aparición precoz de cansancio una vez iniciada una actividad física habitual. O la debilidad, que implica la perdida de fuerza en algún miembro o en toda la musculatura, que impide la finalización de una actividad cotidiana.
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La astenia es muy difícil de valorar, por lo que la persistencia de astenia durante periodos superiores a un par de semanas es motivo suficiente para recomendar la consulta médica.
La astenia es frecuentemente un síntoma de otras enfermedades crónicas como la depresión, anemia, hepatitis, infecciones crónicas...También puede surgir por causas externas desencadenantes como el estrés, exceso de trabajo, sobreesfuerzo... En este caso, al igual que en la astenia primaveral, el cansancio cesa tras la desaparición de la situación que lo origina.
Por ultimo, el síndrome de fatiga crónica, conocido como inmunodeficiencia crónica, es una patología que necesita de un diagnóstico muy preciso, realizado por médicos especialista. Se produce un agotamiento grave y prolongado que no mejora con el reposo y que no es producido como concecuencia directa de otras condiciones. Esta patología afecta en gran medida a la calidad de vida del paciente. Cursa con episodios de mejoría que alternan con recaídas de mas de seis meses. se asocia a dolor muscular, contracturas y debilidad muscular, cefaleas, trastornos del sueño, alteración de la atención y la memoria, sentimientos de tristeza y desesperanza.
TRATAMIENTO:
- En general los síntomas asténicos se corrigen con el tratamiento especifico de la enfermedad de base ya sea orgánica o psíquica.
- El ejercicio físico controlado mejora la fatiga. Al contrario el descanso prolongado resulta perjudicial en su evolución.
- Los tonicos y reconstituyentes son de elccion en la astenia breve.
- Ha demostrado ser beneficioso el apoyo psicológico en estos pacientes.
- La dieta es clave, tiene que ser rica en vitaminas y minerales y limitar las grasas saturadas.
- Deberíamos incorporar a nuestra dieta la avena y el germen de trigo que aumenta la resistencia a la fatiga.
- El sésamo es rico en vitaminas, minerales y oligoelementos y también facilita el aprovechamiento de los nutrientes de otros alimentos.
- La jalea real y polen son ricos en nutrientes y sustancias tonificantes.
- La fruta en general y especialmente la uva rica en azucares y el albaricoque rico en hierro.
-Por otro lado, aveces es necesario algún complejo vitamínico para suplir las carencias de nuestra alimentación, siempre bajo el consejo farmacéutico para elegir las mas adecuadas a nuestra situación personal.
- La l-carnitina: su déficit justifica en parte la sintomatología que caracteriza la astenia crónica, como el dolor, la debilidad muscular y el malestar tras la realización de ejercicio físico. La toma de l-carnitina produce pocos y leves efectos adversos.
- El ginseng (panax ginseng), es un estimulante del sistema nervioso central que aumenta la resistencia a la fatiga y al estrés. Aveces la toma de ginseng produce diarrea, insomnio e hipertension.
-El hipérico (hipericum perforatum), se usa como antidepresivo, ansiolítico y estimulante del ánimo, por lo que es muy útil en estados de astenia crónica que cursan con perdida de interés, cansancio y alteraciones del sueño. El efecto se empieza a manifestar a los 10 o 14 días tras la primera toma. El hipérico interacciona con un elevado numero de fármacos por lo que es muy importante el que tanto el medico, como el farmacéutico tengan un control sobre la medicación del paciente.
- La ciproheptadina y pizotifeno son estimulantes del apetito y solo se recomiendan en caso de que exista una clara pérdida de peso y no se deben prolongar si no se ve mejoría de la sintomatología.
